RHS. Revista. Humanismo. Soc. 13(1), e1/1-15, ene.- jun. 2025 / ISSNe 2339-4196

 

Revisión de tema 

 

 

Efectos de los estilos de crianza en el desarrollo psicológico y la incidencia que tienen en el maltrato infantil

Effects of Parenting Styles on Children’s Psychological Development and Their Impact on Child Abuse

María Camila Santana Pérez1

msantanap@americana.edu.co

https://orcid.org/0009-0002-4930-0517

 

Deilis Inés Vega Ospino1

dvega@americana.edu.co

https://orcid.org/0009-0004-8253-2971

 

https://doi.org/10.22209/rhs.v13n1a01

 

Recibido: junio 15 de 2024

Aceptado: diciembre 5 de 2024

 

Para citar: Santana Pérez, C., & Vega Ospino, D. I. (2025). Efectos de los estilos de crianza en el desarrollo psicológico y la incidencia que tienen en el maltrato infantil. RHS-Revista Humanismo y Sociedad, 13(1), 1-15. https://doi.org/10.22209/rhs.v13n1a01

 

Resumen

En el contexto familiar, el maltrato infantil se manifiesta de diferentes formas y acarrea grandes consecuencias en el desarrollo psicológico de los niños. El presente artículo tiene como objetivo identificar patrones en los estilos de crianza que promuevan un desarrollo psicológico saludable y aquellos que contribuyan al maltrato infantil. Por lo tanto, se realizó una revisión conceptual del tema abordado para enlazar dichas nociones y teorías con la realidad, recopilando y analizando datos de estudios previos. Los resultados revelaron que los hábitos de crianza influyen de manera significativa en las habilidades sociales, rendimiento académico y en la capacidad para formar relaciones saludables. Del mismo modo, los estilos de crianza autoritarios y negligentes pueden ocasionar problemas emocionales y conductuales, mientras que el estilo de crianza democrático promueve el desarrollo integral, la resiliencia y disminución del maltrato infantil en las familias. En conclusión, promover hábitos de crianza saludables contribuye en la disminución del maltrato infantil, y mejora el bienestar psicológico y la calidad de vida de los niños.

 

Palabras claves: habilidades sociales, autoestima, violencia infantil, niños, desarrollo psicosocial, prácticas parentales, crianza en Colombia

 

Abstract

Child abuse manifests in various forms within families and has a profound impact on children’s psychological development. This study examines parenting styles to identify patterns that foster healthy psychological development and those that may lead to child abuse. To achieve this, a conceptual review of the issue was conducted, drawing on data from previous research to bridge the reality of child abuse with relevant concepts and theoretical framework. Our analysis revealed that parenting habits play a critical role in shaping children’s social skills, academic performance, and their capacity to build healthy relationships. Authoritarian and neglectful parenting styles may cause emotional and behavioral problems, whereas democratic parenting styles support comprehensive development, resilience, and a reduction in child abuse rates. The findings highlight the importance of promoting healthy parenting habits to reduce child abuse, enhance children's psychological well-being, and improve their quality of life.

 

Keywords: Social skills, Self-esteem, Child violence, Children, Psychosocial development, Parenting practices, Parenting in Colombia

 

Introducción

 

 

El maltrato infantil es una problemática prevalente que perturba significativamente el desarrollo del niño en todas sus dimensiones. Este fenómeno, tiene diversos factores dentro del contexto familiar como los antecedentes parentales, hábitos de crianza anticuados y expectativas poco realistas de los hijos. Los padres, como principales agentes de socialización cumplen un papel esencial en el desarrollo integral del infante (Bolivar Arango et al., 2014; Medina & Gamboa, 2021).

 

A su vez, el desarrollo psicológico de los menores es influenciado en gran manera por los hábitos de crianza. Diversos estudios muestran que los estilos de crianza saludables y democráticos fomentan el desarrollo emocional y social, mientras que diferentes prácticas autoritarias, negligentes y dificultades de conductas emocionales en los padres pueden ser perjudiciales, ya que promueven conductas inestables y problemas emocionales en los niños, que pueden imitar al observarlas de sus padres o cuidadores. Cabe resaltar que estos patrones de conducta también se verán reflejados en sus relaciones sociales (Cuervo, 2010; Merchán et al., 2021; Martínez, 2021).

 

Por lo anterior, en Colombia se considera importante abarcar investigaciones sobre el maltrato infantil en contextos socioeconómicos vulnerables y su influencia en los estilos de crianza. La prioridad de estas investigaciones radica en la necesidad de comprender cómo las condiciones socioeconómicas influyen en los estilos de crianza y el desarrollo psicológico de los niños. Diversos estudios muestran que el estrato socioeconómico incide en gran manera en las prácticas de crianza de los padres hacia los niños, lo que afecta significativamente el desarrollo y bienestar integral de los niños. Por ello, el entorno familiar se considera como ese primer acercamiento social que tienen los infantes para adoptar conductas adaptativas que son fundamentales para el desarrollo social, cognitivo y emocional (Martínez, 2021).

 

Antecedentes

 

Los hábitos de crianza han sido objeto de estudio durante un largo periodo debido al impacto significativo en el desarrollo integral de las personas. Es por ello, que estos incluyen prácticas en las cuales los padres o cuidadores moldean la formación, conducta, autoestima, comunicación y niveles de afecto en el infante, llevándolo así a poseer o carecer de habilidades socioemocionales. A su vez, estas prácticas han variado debido a la influencia de la cultura e incluso la religión, en donde se promovían prácticas obsoletas y una disciplina estricta como valores fundamentales (Baumrind, 1966).

 

No obstante, durante el siglo xx, entre los años sesenta y setenta, se introduce la teoría del apego realizada por John Bowlby y complementada por Diana Baumrind, quienes enfatizan en la importancia de que el cuidador imparta afecto y comunicación asertiva con sus hijos, para que así se pueda formar un vínculo sano entre estos y, de este modo, el niño y la niña se sientan seguros y confiados con el entorno en el que se desarrollan para que a futuro proyecten en su entorno social esos vínculos sanos que se formaron en el hogar (Baumrind, 1996; Seitún & Di Bártolo, 2019).

 

Crianza

 

Para definir dicho concepto, podemos hacer referencia a que son los padres o cuidadores quienes nutren, guían y protegen a los hijos hacia su madurez, por lo que asumen, a largo plazo, un compromiso y le brindan al niño una relación afectiva constante en la que se incluye el sustento material tales como el alimento, vestido, refugio, salud y educación. Durante este proceso los padres forman vínculos con sus hijos, esto es a lo que Bowlby llamó apego y, como se explicó con anterioridad, es esa conducta la que le permite al ser humano mantener una proximidad con el cuidador (García & Castañeda, 2021).

 

A su vez, la crianza se define como un proceso que se desarrolla en un contexto específico de tiempo y espacio que permite a los padres brindar cuidado y acompañamiento al infante hasta que este alcance la adultez, además de que exige un esfuerzo significativo tanto físico como emocional por parte de los tutores. Del mismo modo, se concibe como un proceso educativo, debido a que los padres transmiten conocimientos y estrategias a los hijos, sobre la forma de ver el mundo y resolver las dificultades que pueden llegar a presentarse en su diario vivir (Fornós-Barreras, 2001, p. 187). Sin embargo, debido a la variabilidad de personalidades y a los antecedentes parentales que poseen los padres, se forman estilos de crianza totalmente diferentes que influyen en el desarrollo de los individuos.

 

Por ello, los estilos de crianza comienzan a generar interés partiendo de las teorías de la psicología del desarrollo, identificándose como factores definitivos para la crianza, la calidad de la interacción que exista entre familias e hijos y la forma en cómo se enseñan los límites. En los estudios de Skinner, Johnson y Snyder se evidencian seis dimensiones más, tales como la calidez, el rechazo, apoyo a la autonomía, coerción, estructura y caos (Skinner et al., 2005).

 

Posterior a esto, Baumrind (1967) identificó tres estilos de crianza que influyen de manera significativa y distinta en el desarrollo infantil; entre ellos, se encuentra el estilo de crianza autoritario, el cual se caracteriza por una exigencia e imponencia de normas, ausencia de afecto y poca disposición para atender las necesidades emocionales de los niños. Por otro lado, en el estilo de crianza permisivo, a diferencia del autoritario, no se establecen límites y no existen reglas claras, por lo que los padres se centran en cumplir con los deseos de los niños (Baumrind, 1971). Finalmente, el estilo de crianza democrático se considera el más apropiado y beneficioso ya que, equilibra la disciplina con el afecto y la comunicación promoviendo de este modo, una alta autoestima y mejores competencias sociales (Baumrind, 1991).

 

Aunado a lo anterior, autores como Maccoby y Martín (1983) postulan un cuarto estilo de crianza, el cual llamaron estilo negligente, caracterizado por la poca vinculación de los padres/cuidadores a las necesidades del niño, poca expectativa hacia sus hijos hasta el punto de estar absortos en sus conflictos y ser incapaces de brindar el apoyo necesario a los infantes.

 

Estudios más recientes han profundizado en la influencia que pueden llegar a tener estos estilos de crianza en el bienestar emocional del niño. Jinan et al. (2022), en su investigación, encontraron que las prácticas de crianza afectuosas y, a su vez, consistentes se vinculan a la obtención de mayor autoestima y disminución de problemas conductuales en la infancia. Del mismo modo, García y Castañeda (2021) postulan que los estilos autoritarios y negligentes tienen mayor contribución a la aparición de problemas emocionales y conductuales, esto se debe a las altas exigencias y expectativas irracionales que tienen los padres respecto a sus hijos.

 

Aguas (2022) menciona la importancia que presenta el apoyo emocional en el desarrollo de las habilidades sociales. Aquellos niños que reciben afecto y apoyo adecuado por parte de sus padres desarrollan un alto nivel de seguridad en sí mismos, formando así bases emocionales sólidas que les permitirá resolver conflictos, regular sus emociones y relacionarse con otros de manera más abierta. En este sentido, Elkadi y Sharaf (2023) demostraron que la disciplina positiva puede mejorar tanto el rendimiento académico como el bienestar emocional, ya que esta se basa en el respeto mutuo y la comunicación asertiva, lo cual ayuda al infante a sentirse valorado y a desarrollar la autorregulación emocional.

 

Influencia de los hábitos de crianza en los vínculos afectivos

 

Como se ha mencionado con anterioridad, la teoría del apego propuesta por Bowlby propone que el apego es una conducta en el ser humano que durante los primeros años de vida le permite mantener proximidad con su cuidador y de este modo, de la forma en que se establezca este vínculo con el padre o cuidador, de la misma forma se establecerá con la sociedad. Es así como, Fernández y Gutiérrez (2022) destacan que, durante el proceso de crianza, si se brinda afecto e implementan límites claros, los padres o cuidadores estarán contribuyendo a la aparición de resiliencia y autodisciplina en el niño; esta última es crucial, ya que permite a los niños mantener el enfoque y perseverancia frente a cualquier desafío.

 

Maltrato infantil

 

El maltrato infantil es uno de los fenómenos que hoy en día afecta no solo a nivel nacional, sino internacional y, aunque es un tema que se viene presentando desde hace muchos años, ha tomado auge y se ha incrementado en la actualidad; lo que implica, de esta forma, que los infantes, lactantes o menores de edad no reciban los cuidados y atenciones necesarias por parte de sus cuidadores. Ahora bien, a lo largo de los estudios realizados se ha comprobado que este tipo de actos afectan no solo el desarrollo físico del individuo, sino que aflige gravemente el proceso psicológico y moral del mismo, lo cual trae como consecuencias las conductas violentas en el infante, asimismo, declives emocionales y sociales.

 

Factores de riesgo

 

De esta forma, se puede inferir que el maltrato infantil desencadena muchos factores y tipos que van acompañados unos de otros (Belsky, 1993). Estos factores implican lo siguiente:

 

 

Anteriormente, debido a que la madre era la encargada de los cuidados del niño, se consideraba la más probable a ser la abusadora, o bien, la que maltrataba al menor; no obstante, a medida del paso del tiempo, estudios más recientes indican que los hombres, ya sean los padres o no, tienden a estar más involucrados en el maltrato que las mismas madres (Barcelata Eguiarte & Álvarez Antillón, 2005). Ahora bien, se asume que una pequeña parte de las familias o padres abusadores fueron víctimas, a su vez, de abuso durante su infancia, carecieron de buenos padres y no saben cómo actuar frente a la crianza de sus hijos, lo cual hace que, en la actualidad, este tipo de conductas agresivas sean reiterativas en el cuidado de los menores, al utilizar su autoridad como padres hacia esfuerzos vanos para lograr el control sobre la vida de sus hijos.

 

De este modo, se puede afirmar que los padres que son negligentes con respecto al cuidado de sus hijos tienen tendencia a ser padres impulsivos, que no poseen ningún control sobre sus emociones y tienden a desquitar estas con sus hijos, llegando al caso del abuso sexual; de aquí se deduce que son padres con desequilibrios o desórdenes amplios en su personalidad. Es por ello que comúnmente cuando los padres se encuentran en estados ansiosos, depresivos, o bien, agresivos, esto se vuelve un detonante alarmante frente al abuso, ya que no se ejerce un buen manejo o control sobre sus conductas y, de esta manera, el menor termina siendo agredido física o emocionalmente (Almendra Marín et al., 2013; Marty & Carvajal, 2005).

 

Belsky (1980) lo explica de la mejor forma: una vez que los padres abusivos se sumergen en el microsistema familiar, aunado a sus antecedentes abusivos o negligentes, existen factores generadores de estrés tanto en la familia inmediata como en los diferentes contextos, lo cual incrementa la posibilidad de que ocurra un conflicto entre la familia. Es así como el simple hecho de que la respuesta del padre al conflicto/problema sea el abuso, será una consecuencia tanto en la historia de infancia del padre como de las prácticas de crianza que caracterizan a la sociedad o cultura en donde el individuo, comunidad y familia se desenvuelven.

 

Teniendo en cuenta la relevancia en el campo de la psicología y educación de comprender el desarrollo infantil y los factores que se involucran en todas sus dimensiones, la hipótesis evaluada en el artículo se basa en que los hábitos de crianza saludable consistentes, como el democrático, promueven un mejor desarrollo psicológico infantil y reducen los patrones de violencia infantil. Por lo tanto, el objetivo de este artículo teórico se basa en identificar y analizar los efectos tanto positivos como negativos de los diferentes estilos de crianza en el desarrollo psicológico y la incidencia que tienen estos en el maltrato infantil.

 

Materiales y métodos

 

 

Primeramente, se planteó la temática de este artículo teniendo en cuenta la relevancia que debe tener hoy en día conocer los efectos que tienen los hábitos de crianza en las diferentes dimensiones del niño, por lo que se necesita de información relevante y científica que apoye la hipótesis planteada. Por ello, se realizó una revisión teórica que busca conocer sobre los hábitos de crianza, el desarrollo psicológico infantil, el maltrato infantil y los estilos parentales. Por lo tanto, el objetivo de esta revisión se realizó teniendo en cuenta la utilidad que puede llegar a tener para los padres, cuidadores, psicólogos en formación y educadores.

 

Para esto, en la metodología se consideró relevante seleccionar fuentes teóricas y científicas adecuadas, sintetizar y examinar una gama amplia de estos estudios sobre el tema, proporcionando así una visión fundamentada en la evidencia. Dichas fuentes científicas, se encontraban disponibles en Scopus, Scielo y Redalyc, para su selección se implementó una búsqueda de palabras claves como hábitos de crianza, estilos de crianza, desarrollo infantil, maltrato infantil, rendimiento académico, resiliencia, junto a sus referentes en inglés.

 

Asimismo, se tuvo en cuenta estudios que analizaran cómo influyen los estilos de crianza en el desarrollo psicológico del infante y en la disminución del maltrato infantil. Por lo tanto, para asegurar la calidad y relevancia de los estudios analizados, se aplicaron filtros específicos y una revisión por pares para validar la pertinencia y rigor metodológico de cada estudio seleccionado. Se empleó un enfoque cualitativo para analizar los hallazgos y, de este modo, establecer relaciones entre los hábitos de crianza y los efectos en el desarrollo psicológico de los niños.

 

Teniendo en cuenta lo anterior, para la extracción de datos, se consideró la información relevante extraída sistemáticamente sobre las prácticas de crianza, casos de maltrato infantil y desarrollo psicológico. Este proceso incluyó la identificación de variables clave para la categorización de los hallazgos según su relación con lo primeramente planteado.

 

Para el análisis de esta revisión, los datos recolectados fueron sintetizados en la tabla de análisis (Tabla 1), con la finalidad de proporcionar una mejor comprensión y brindar una visión comprensiva de cómo los estilos parentales inadecuados influyen en el maltrato infantil; asimismo, para identificar los patrones y su correlación entre los hábitos de crianza y el impacto que este ejerce en el desarrollo integral de los niños.

 

Resultados

 

Con el objetivo de organizar y sintetizar la información, se propone la siguiente Tabla de Análisis (Tabla 1):

 

Tabla 1. Artículos seleccionados

 

Título del articulo

Autores y año

Objetivos

Metodología

Resultados

Conclusiones

La violencia en la institución familiar: estilos de crianza, disciplina y Maltrato Infantil.

Gisela Maricel Matángolo, 2019.

Realizar una revisión del estado del arte de la problemática del maltrato infantil y el desarrollo de trastornos psiquiátricos en la adultez.

Se analizaron materiales de distintas bases de datos como Scielo, PsycINFO, Redalyc, Scopus, EBSCO.

De acuerdo con los diferentes artículos analizados se encuentra que las conductas de maltrato infantil suelen ocurrir en el marco de las prácticas de crianza en la interacción entre padres e hijos, especialmente en la implementación de pautas disciplinares.

Se considera de relevancia fundamental realizar estudios que profundicen tanto en las prácticas de crianza salutogénicas como en las consecuencias y factores asociados al maltrato infantil a fin de visibilizar y concientizar sobre este fenómeno.

Revisión teórica de los estilos de crianza parental.

Richard Rafael Rafael García Susana Castañeda Bermejo, 2021.

Determinar cuáles son las características de estos estilos de crianza propuestos por los autores más representativos y obtener conocimiento sobre los efectos que tienen los estilos parentales en las habilidades sociales de los niños y niñas.

Se llevó a cabo una revisión descriptiva de la bibliografía a partir de criterios como las fuentes, variables, poblaciones y bases de datos idóneas.

Seleccionaron fuentes científicas disponibles en la Biblioteca Virtual de la Universidad Continental y escogieron los artículos mediante palabras clave.

Se identificaron cuatro categorías en estilos de crianza que fueron analizadas y teorizadas: estilo parental autoritario, autoritativo o democrático, permisivo y negligente. Estas cuatro fueron luego contrastadas en estudios e investigaciones nacionales e internacionales, con sus respectivas variables; lo cual brindó una visión más exhaustiva sobre los efectos y resultados de cada uno de los estilos parentales.

Se identificaron categorías menos estudiadas, como el estilo parental ambivalente, y se plantearon nuevas interrogantes de análisis, las cuales son esenciales para la comprensión posterior de las diversas aristas que el tema en estudio podría plantear en el futuro.

La crianza permisiva como factor de riesgo para el maltrato infantil disciplinario.

Salvador Aguirre Sandoval, 2022.

Buscar una asociación positiva entre tipos de permisividad y maltrato disciplinario, así como una posible función de mediación desempañada por las conductas problemáticas infantiles.

Estudio cuantitativo y transversal analítico, en el que se estudian un grupo de variables en una población mediante una serie de instrumentos con escalas continuas y ordinales, en un corte temporal único, y los resultados son procesados mediante pruebas de estadística inferencial.

La crianza permisiva que se ejerce sobre los niños constituye un factor de riesgo para maltrato disciplinario, pero indirectamente, ya que la permisividad genera conductas problemáticas en los menores, que luego suscitan corrección de parte de los mismos cuidadores.

Los resultados muestran correlación positiva y significativa de la permisividad indulgente con la severidad de maltrato, y del desacuerdo normativo con la frecuencia de maltrato.

La permisividad incrementa las conductas problemáticas en los niños, y estas conductas, a su vez, incrementan el maltrato disciplinario. Esto significa identificar un nuevo factor de riesgo, en virtud del cual puedan formularse estrategias complementarias en las tareas clínicas y preventivas de la crianza sin violencia.

El papel de las prácticas de crianza en la mentira antisocial infantil: una revisión sistemática.

Sayoa Górriz Eguaras & Izaskun Ibabe Erostarbe, 2021

Identificar los estilos o prácticas de crianza asociados al desarrollo de la mentira antisocial en niños y adolescentes.

Se realizó una revisión sistemática mediante el nuevo protocolo PRISMA donde se analizan exhaustivamente trece estudios seleccionados.

Los estilos de crianza agresivos o caracterizados por una supervisión parental deficiente se relacionaban con un mayor nivel de mentiras antisociales. Se encontraron resultados inconsistentes en cuanto a la influencia de las prácticas de sinceridad/mentira en el comportamiento mentiroso entre el contexto de laboratorio y el natural.

La conducta mentirosa infantil de carácter antisocial se relaciona con una peor adaptación de los menores a la sociedad, por lo que es importante su prevención a través de prácticas de crianza apropiadas.

Relación entre los estilos de crianza parental y el desarrollo de ansiedad y conductas disruptivas en niños de 3 a 6 años.

Natalia Franco Nerín, Miguel Ángel Pérez Nieto y María José de Dios Pérez, 2014

Investigar la relación entre las prácticas de crianza parental y el desarrollo de síntomas de ansiedad y comportamientos disruptivos en niños entre 3 y 6 años de edad.

Estudio cuantitativo en el cual los participantes del estudio fueron padres y madres de niños en edad preescolar (3-6 años), pertenecientes a dos colegios de Madrid y Toledo. Las variables medidas fueron: comportamientos disruptivos en los hijos, ajuste emocional y actitudes paternas hacia la crianza; a través de los cuestionarios BASC, PCRI-M y CBCL.

Determinadas actitudes y pautas de crianza parental (niveles de apoyo y disciplina, grado de satisfacción y compromiso con la crianza, autonomía o distribución de rol) influyen de manera significativa en el desarrollo y mantenimiento de conductas disruptivas y alteraciones emocionales en los hijos.

Se discute la necesidad de desarrollar programas de educación familiar que impliquen cambios en la forma de educar, en las prácticas disciplinarias y en la atención que los padres prestan a sus hijos, como estrategias preventivas.

Fomentar el desarrollo sostenible: la interacción entre los estilos de crianza y los ODS en el desarrollo infantil.

Cristina Tripon, 2024.

Profundizar en la dinámica de los estilos de crianza y su impacto en el desarrollo cognitivo y socioafectivo de los niños dentro de diversas poblaciones familiares, contextualizado en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Estudio cuantitativo donde participaron niños (N = 171) de entre 5 años y 6 años y 2 meses, de Bucarest. Se agruparon en seis grupos, según los estilos de crianza adoptados por sus propios padres. Además, la investigación incluyó a los padres de los niños evaluados, de 31 a 35 años, N = 171 díadas (madre-padre).

Dada la confirmación de la hipótesis, se puede afirmar que el estilo parental influye en el comportamiento socioafectivo de los hijos. El estilo democrático tiene una influencia positiva, materializada en que los hijos obtienen puntuaciones significativamente más altas que aquellos cuyos padres adoptan el estilo autoritario/permisivo, influyendo este último negativamente en el comportamiento socioafectivo del hijo.

Los resultados sugieren que al promover prácticas de crianza democráticas que fomenten la inteligencia emocional y la resiliencia de los niños, las sociedades pueden contribuir a romper el ciclo intergeneracional de pobreza y avanzar en los objetivos de los ODS. Este enfoque holístico del desarrollo infantil es crucial para crear comunidades más inclusivas y sostenibles.

El impacto del maltrato psicológico infantil en los resultados de salud mental en la edad adulta: un protocolo para una revisión sistemática y un metanálisis.

Zhuoni Xiao, Mina Murat Baldwin, Franziska Meinck, Ingrid Obsuth y Aja Louise Murray, 2021.

Comprender los efectos a largo plazo del maltrato psicológico infantil en la salud mental de los adultos, lo que se suma a las revisiones anteriores que se centraron en los efectos del abuso físico y sexual.

El informe de este protocolo sigue la Declaración de elementos de informe preferidos para protocolos de revisión sistemática y metaanálisis (PRISMA-P). Las búsquedas se realizarán a través de varias bases de datos, incluidas Web of Science, Medline, PubMed, PsycINFO, Applied Social Science Index and Abstract, ERIC y EMBASE. Se incluirán en la revisión artículos de investigación empírica revisados por pares que se ajusten a los criterios de elegibilidad especificados previamente.

En este protocolo, se realizará un metanálisis de si hay suficientes estudios con información relacionada tanto con el maltrato psicológico infantil como con la salud mental. Los resultados se resumirán utilizando un diagrama de bosque. Los resultados de diferentes diseños de estudio no se agruparán (por ejemplo, estudios que evaluaron solo el maltrato psicológico infantil y estudios que evaluaron diferentes tipos de abuso) para evitar un resumen engañoso del efecto del estudio; en cambio, se analizarán por separado. Si es posible, se realizarán metanálisis de los efectos ajustados y no ajustados y se compararán los resultados.

Los hallazgos de esta revisión podrían ayudar a iluminar el impacto a largo plazo del maltrato psicológico, en combinación con y sin otras formas de abuso. Esto puede ayudar a informar las estrategias de prevención e intervención para ayudar a orientar los recursos y minimizar el impacto del maltrato psicológico. También potencialmente proporcionará información sobre si el impacto del maltrato psicológico varía según los contextos; con qué resultados de salud mental está más fuertemente relacionado, y si su impacto ha cambiado con el tiempo.

Percepción de prácticas de crianza: análisis confirmatorio de una escala para adolescentes.

Danahe Casais Molina, Mirta Flores Galaz y Alejandra Domínguez Espinosa, 2017

Elaborar y aportar evidencias de validez estructural de la escala de percepción de prácticas de crianza para adolescentes que cumpla con las cualidades psicométricas pertinentes, permitiendo una viabilidad para la comparación entre distintos grupos.

Estudio cuantitativo en el cual se seleccionaron un total de 623 adolescentes mediante un muestreo no probabilístico accidental de escuelas públicas de los niveles de secundaria y preparatoria de la ciudad de Mérida, Yucatán. Los adolescentes seleccionados provenían de hogares en los que conviven con ambos padres. El tiempo promedio de respuesta fue de 30 minutos. La participación fue anónima y voluntaria, y se aseguró la confidencialidad de los datos.

El estudio arroja que son tres las dimensiones importantes para la crianza: el afecto, el control y el apoyo. Las medias en todos los factores fueron más altas en la percepción de la crianza materna, demostrando el importante papel que tienen las madres en los adolescentes en los aspectos afectivos y educativos, así como de pautas actitudinales positivas para producir conductas deseables en los hijos. Estas características, muestran que la influencia de la madre es mayor en aspectos como disciplina inductiva (autonomía/amor y amor/control) y estilos de crianza punitiva.

Se reporta que la afectividad y el apoyo se asocian con la percepción de las prácticas de crianza maternas en adolescentes, mientras que la dimensión de control se asocia con las prácticas de crianza paternas.

 

 

Los estudios encontrados muestran que aquellos niños que experimentan prácticas parentales saludables, en las cuales se incluye el afecto, la comunicación asertiva y democracia al tomar decisiones, presentan una mejor salud mental y conductas socialmente aceptadas, asimismo, se observa que estos niños poseen mejores habilidades sociales y un rendimiento académico superior. Por el contrario, aquellos niños que están sometidos a estilos de crianza negligentes y autoritarios, y experimentan conductas por parte de los padres tales como falta de comunicación, falta de interés en las necesidades básicas de los hijos y rechazo presentan diferentes problemas emocionales y conductuales, como ansiedad, depresión y agresividad. Además, los entornos de violencia infantil se encuentran ligados a los hábitos de crianza inadecuados y a contextos socioeconómicos vulnerables.

 

Es así como en la revisión de García & Castañeda (2021) se identifican cuatro estilos parentales, los cuales subrayan que cada uno de estos presenta efectos diferentes sobre el desarrollo psicológico infantil y, a su vez, sobre las habilidades sociales de los niños. Del mismo modo, en el estudio de Matángolo (2019), se revela que aquellas conductas de maltrato infantil suelen vincularse a patrones de crianza específicos, sobre todo aquellas que se relacionan con la disciplina; se concluye así que cuando las prácticas de crianza son inadecuadas el entorno familiar puede ser propenso al maltrato infantil y a crear conductas agresivas en el infante.

 

En este sentido, en el estudio cuantitativo La crianza permisiva como factor de riesgo para el maltrato infantil disciplinario, realizado por Aguirre Sandoval (2022), se encuentra una gran relación entre la crianza permisiva y el maltrato no solo infantil sino disciplinario, teniendo en cuenta que al permitir que los niños realicen todo lo que les plazca, o bien, cumplir todos sus deseos y caprichos, se generarán conductas problemáticas en ellos, y conllevarán a una mayor incidencia de corrección severa por parte de los padres o cuidadores.

 

Por otro lado, Górriz e Ibabe (2021) concluyeron que un estilo de crianza agresivo o con supervisión deficiente puede estar asociado con un mayor nivel de mentiras en niños y adolescentes; esto se debe a la falta de supervisión en las necesidades básicas de los niños y, a su vez, a métodos agresivos de crianza que conllevan a una falta de adaptación social y, por ende, a un poco o nulo desarrollo de habilidades sociales. Es así como el estudio de Nerín et al. (2014) se relaciona con el anteriormente mencionado, partiendo de los resultados, en donde resaltan que la disciplina y el apoyo adecuado, así como la satisfacción y compromiso con la crianza son cruciales para el óptimo desarrollo emocional de los niños.

 

Finalmente, el estudio de Casais Molina et al. (2017) postula que existen tres dimensiones fundamentales para la crianza; el afecto, el control y el apoyo. Dicha investigación destaca que la crianza materna puede asociarse más con la afectividad y el apoyo; sin embargo, cuando se habla de disciplina y control, se asocia a la crianza paterna.

 

Discusión

 

 

En este artículo se puede resaltar la importancia de promover prácticas parentales saludables para mejorar el desarrollo psicológico infantil y, de este modo, reducir el maltrato en los hogares de diferente estrato socioeconómico. Ahora bien, diferentes intervenciones dirigidas a educar a los padres en pautas de crianza positiva pueden llegar a tener un impacto significativo en la reducción del maltrato y el fomento del bienestar emocional en los niños, por ello es importante tener en cuenta y considerar el entorno socioeconómico y, así, proporcionar recursos y apoyos a las familias en riesgo.

 

En el marco de la revisión de los artículos seleccionados se revelaron grandes impactos que pueden llegar a tener los estilos de crianza en el desarrollo psicológico infantil y sobre la prevalencia del maltrato infantil. Los estilos de crianza autoritarios y negligentes se asocian a resultados negativos, entre ellos se incluyen mayores niveles de psicopatologías y trastornos del estado de ánimo como la ansiedad, la depresión y estrés postraumático; y, a su vez, comportamientos disruptivos en los diferentes contextos como tendencias a mentir. En contraste el estilo democrático, el cual se caracteriza por el equilibrio perfecto entre afecto y control, se asocia con resultados psicológicos positivos, mayor autoestima, adaptación social y emocional (García & Castañeda, 2021; Casais et al. 2017; Tripon, 2024).

 

Por otro lado, se observa la relación de la crianza permisiva y el maltrato. Tan pronto se implementa la permisividad, las conductas agresivas por parte de los padres comienzan a surgir y, a su vez, empiezan a presentarse en los niños; esto debido al aprendizaje por imitación y observación, de manera que adquieren las mismas conductas que observan en sus padres. Por ello, los padres deben ser sumamente cuidadosos y supervisar las conductas, tanto de su actuar como el de los hijos, para prevenir conductas antisociales como la mentira y la agresividad (Aguirre, 2022; Górriz e Ibabe, 2021).

 

Finalmente, se resalta la importancia de crear programas de educación parental o bien, establecer pautas de crianzas centradas en cambiar las prácticas de crianza inadecuadas, con el ánimo de promover estilos parentales democráticos y positivos, que sumen a la prevención de conductas disruptivas y problemas emocionales en los niños.

 

Conclusiones

 

 

Es menester resaltar que los hábitos de crianza poseen un gran impacto en el desarrollo integral del ser humano, especialmente en el desarrollo psicológico, ya que gracias a estos se forman vínculos emocionales sanos, en donde el niño fomenta su seguridad y confianza por medio de interacciones sanas y sensibles con sus cuidadores, formando un apego seguro. Del mismo modo, tener buenos hábitos de crianza aumenta la probabilidad de que el niño posea una alta autoestima y autoconcepto, así como aumenta la probabilidad de que aprenda conductas adaptativas, valores y habilidades como la empatía, resolución de conflictos y autorregulación, ya que estos se adquieren principalmente por medio de la observación e imitación.

 

Por el contrario, cuando se aplican prácticas de crianza ambiguas, como el estilo parental negligente y autoritario, caracterizadas por falta de afecto y altas exigencias que inducen al maltrato infantil, estas van a impedir de manera significativa el desarrollo de vínculos saludables, competencias socioemocionales y un óptimo desarrollo psicológico en los niños. Con estas condiciones, ellos no van a tener las herramientas necesarias para adaptarse a la sociedad y a futuro existen grandes posibilidades de ser adultos con trastornos del estado de ánimo como la ansiedad, depresión y estrés postraumático.

 

Comprender los hábitos de crianza que existen de generación en generación no solo les permite a los profesionales crear intervenciones adecuadas para los niños, a su vez, permite brindar las herramientas necesarias a las familias para romper el círculo vicioso de maltrato y, de este modo, promover el desarrollo integral de los niños y fortalecer los vínculos familiares.

 

Referencias


  1. 1 Corporación Universitaria Americana, Colombia.