RHS. Revista. Humanismo. Soc. 10(1): e2/1 - 17, junio 2022 / ISSNe 2339-4196
Artículo de revisión
Descubrimientos sociolingüísticos homoeróticos en Facebook: revisión documental1
Homoerotic sociolinguistic discoveries on Facebook: a literature review
Diego Ishaan Alejandro Arias González2
https://orcid.org/0000-0001-5373-0806
Camila Andrea Bohórquez Aunta2
https://orcid.org/0000-0001-7597-2638
https://doi.org/10.22209/rhs.v10n1a02
Recibido: noviembre 10 de 2021.
Aceptado: febrero 21 de 2022.
Resumen
El artículo presenta la revisión documental que discurre en torno del análisis de la interrelación entre las categorías: identidades sexuales, homoerotismo, narrativa identitaria, narrativa homoerótica e identidades virtuales, desde una perspectiva sociológica del lenguaje. Entre tanto, expone los avances teóricos y científicos que permiten el desarrollo analítico comprendido en dos fases: heurística y hermenéutica, y su abordaje en la ciencia desde diferentes disciplinas, que confluyen en la orientación del valor del discurso y las relaciones socio semánticas que intervienen en un proceso de autopoiesis digital. Las conclusiones están orientadas en poder evidenciar las premisas que orientarán el desarrollo del trabajo de campo, exhortación para investigadores que partan del compendio monográfico para entrever la conceptualización del tema ante los nuevos fenómenos de la realidad.
Palabras clave: identidad sexual; homoerotismo; narrativas de identidad; narrativas homoeróticas; otredad.
Abstract
The article shows the analysis of a literature review, from a sociological perspective of language, on the interrelation between the categories: sexual identities, homoeroticism, identity narrative, homoerotic narrative, and virtual identities. Likewise, the theoretical and scientific advances that allow the analytical development in two phases, heuristic and hermeneutic, and their approach in science from different disciplines, which converge in the orientation of the value of discourse and the socio-semantic relations involved in a process of digital autopoiesis, are presented. Conclusions show the premises that will guide the development of the fieldwork, so that researchers can start from the monographic overview to glimpse the conceptualization of the subject in the face of new real-life phenomena.
Keywords: sexual identity; homoeroticism; identity narratives; homoerotic narratives; otherness.
Introducción
Este artículo aborda el análisis de la revisión documental en torno de las identidades homoeróticas y las conceptualizaciones sociolingüísticas que permiten comprender la manera en que las interacciones digitales influyen en el reconocimiento del sí y del otro a través de un marco conceptual que, en su reflexión generalizada, aporta sin duda a un acervo que permite ver la evolución de la temática aquí tratada.
De esta manera, expone en primer lugar la fundamentación teórica que parte de la interdisciplinariedad necesaria de las categorías: identidades sexuales, homoerotismo, narrativa identitaria, narrativa homoerótica e identidades virtuales, desde una perspectiva sociológica del lenguaje. Esta reflexión teórica permite la relación de postulados que sustentan el análisis expuesto en las fases: heurística y hermenéutica.
En tal sentido, y con base en una metodología de estado de arte, en segundo lugar se plantean los avances epistemológicos frente a una temática poco tratada debido a la estigmatización misma como fenómeno social; así pues, una revisión analítica respecto del homoerotismo en la virtualidad, los temas que suscitan la reflexión de la hegemonización, las nuevas narrativas, la dividualización, la identidad sexual, con respecto a la manera de entrever los potenciales de significado que se perciben en el lenguaje ante las formas de transculturalización digital.
En tercer lugar, presenta el análisis de resultados expuestos bajo la esencia de un marco interpretativo - comprensivo, como lo es la hermenéutica. Desde dicho punto, se entrelazan postulados y teorías que permiten concebir el fenómeno dado a través de las narraciones en redes sociales, específicamente Facebook. Aporte valioso en la comprensión del valor del lenguaje ante los acontecimientos del presente y las nuevas formas de expresión (sentido y significado) en contextos digitales.
Finalmente, presenta conclusiones parciales del trabajo investigativo realizado, paso fundamental para la realización de un análisis sociolingüístico, los factores del lenguaje, las formas sintácticas, semánticas, las secuencias narrativas, las variaciones del momento comunicativo, entre otros factores determinantes en la apropiación de una temática que merece una visión investigativa.
Los apartados están orientados en poder evidenciar las premisas que orientarán el desarrollo del trabajo de campo, exhortación para investigadores que partan del compendio monográfico para entrever la conceptualización del tema ante los nuevos fenómenos de la realidad.
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Partiendo de la fundamentación teórica
De la identidad individual - colectiva a la dividualización intersubjetiva
Desde las diferentes corrientes epistemológicas se ha discurrido en torno de la identidad, sin embargo, es desde la óptica lingüística se propende dar algunos prolegómenos que abordarán, de alguna manera, las conceptualizaciones que han surgido desde la mediatización como mecanismo de la expresión del ser.
Para dar inicio, y como lo indicó Ricoeur (1996), la identidad es la capacidad que el mismo sujeto adquiere para reconocerse como tal en un contexto social determinado y bajo unas premisas culturales específicas que se han establecido en cada lugar (identificación). No obstante, y cuando se abarcan los aspectos fenomenológicos de la realidad virtual y la digitalización de una parte del sujeto, incluso anónima, se pasa por “tratar de reconstruir los límites lógicos y semióticos así como las leyes de transformación que presiden la marcha del relato” que atraviesa en plataformas digitales (Ricoeur, 1989, p. 4). Es decir, la identidad (solo por tocar una apreciación mínima) se había concebido desde los postulados que la sociedad reconoce, adapta y fortalece en un contexto. Hoy podemos visualizar en redes sociales virtuales, espacios individuales donde se permite la expresión verbal de un reconocimiento singular que atraviesa uno colectivo y que impulsa otras singularidades que empiezan a resurgir.
La identidad virtual trastoca algunas de las pautas que han evadido diversos contextos socioculturales por la trasgresión que sienten a sus costumbres y tradiciones, esta identidad es la sexual y la diversidad que hoy permiten nuevas identificaciones del sujeto. Un tema delicado que se encuentra en el filo de la navaja, principalmente porque se han permitido conocer y exteriorizar realidades que antes no habían sido contempladas en una construcción simbólica que le diera paso a nuevos imaginarios y representaciones sociales.
Sin embargo, es preciso resaltar la variedad del discurso cuando se está en un proceso de identificación, ante ello “la teoría cognitiva de matriz representacionista sostiene que los seres humanos no aprehendemos directamente el mundo que nos rodea: solo podemos aspirar a construir un modelo o representación mental de ese mismo mundo” (Scolari, 2004, p. 87). Por tanto, no hablamos de discursos formales, sino cambiantes ante el proceso de construcción de esa identidad individual, pero que ha encontrado un colectivo específico donde apoyarse, pues se necesita de una referencia para poder reconocerse y ser reconocido.
La sociedad y el contexto son parte fundamental en lo que se prescribe como identidad. Es desde ese punto donde se retoman los presupuestos de Pierre Levi. Es su terminología de dividualización, un concepto que pretende dirimir en lo que significa la individualidad del ser y la relación colectiva ante los contextos virtuales, en los que probablemente surgen nuevos factores de identificación.
La dividualización es un concepto apropiado desde la cibercultura, desde donde se cuestiona cómo influyen o cómo afectan las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), tanto la subjetividad – individualidad – intersubjetividad, en la vida social del hombre (Levy, 2010). Pretende visualizar y estudiar la manera en que se construye una identidad de acuerdo con la situación comunicativa en la que se encuentra el sujeto, y la expresión de su ser mediante el discurso. “Desde este punto, la identidad es vista como la capacidad que adquiere el sujeto para poder narrarse a sí mismo reiterando ciertas características que lo diferencian de otros en un lapso de tiempo determinado” (Bohórquez Aunta & González González, 2018, p. 48).
Ante la cantidad exorbitante de comunicación en línea y la manera en que se plasman las culturas en red, emergen posiciones en las que los sujetos se reinventan continuamente, lo que Levi denomina identidades mutantes o híbridas, un punto donde parece asumir la posición de Castoriadis (2014) cuando mencionaba que “solo la postulación de una identidad de necesidades humanas a través de las sociedades y los periodos históricos podría proporcionar ese punto estable, (las funciones a las que la organización social serviría)” (p. 274). Es decir, aunque los contextos digitales parecieran mostrar unas identidades claras, realmente permiten que crezcan imaginarios sociales asociados a las tecnologías, nuevas formas de pensar el mundo en el que vivimos, espacios emergentes de socialización insociable, colección de culturas, comunicación contrapunto, etc.
De las narratividades y las narrativas
Se partirá del concepto mismo de narración, determinado como una praxis social, en donde influye la experiencia del sujeto que es testigo directo de la situación de incidencia y que construye una reacción interna y externa; en este sentido, la reacción cognoscitiva mantiene no solo la experiencia sino la vivencia del narrador, quien, en el proceso de narrar, resignifica una percepción de la sociedad (Oyarzun, 2020). En este sentido, la narración nos permite visualizar un yo que se cuenta en tercera persona y se expresa con unas particularidades explícitas en un todo llamado discurso.
La narratividad, si bien, determina la facultad que posee el ser humano para establecer un diálogo con un prospecto lector, es la competencia narrativa que captura una impresión de la realidad para expresarla en un sentido propio, tal y como indicó Halliday (1982) “el texto es la forma lingüística de interacción social; es una progresión continua de significados, que se combinan tanto simultáneamente como en sucesión” (p. 160).
Así, el testimonio digital se puede contemplar como un texto narrativo que, desde la Teoría de la Narrativa de Mieke Bal (1990), se puede conceptualizar como la construcción que hace un sujeto de la realidad que cuenta desde su experiencia y la vivencia; por tanto, el testimonio que se brinda en una red social no es ni verdadero ni falso, no es real ni ficticio, pero sí maneja una carga semántica del hablante, fundamental para la narración de los acontecimientos de un momento específico de una interpretación que es subjetiva.
En una narración inciden drásticamente los acontecimientos que confluyen en los diferentes contextos socioculturales, ya que desde la impresión del presente se narra de una forma específica. En efecto, la narratividad homoerótica contiene una carga semántica apoyada en las impresiones del pasado, del presente y que se proyectan en un futuro. Una narración homoerótica contempla la tendencia social caracterizada por la presencia de emociones eróticas o deseos sexuales que se centran en una persona del mismo sexo, todo con base
en su percepción del mundo, de un punto exacto y continuo de su mismidad que es proyectada a partir de la comunicación escrita.
Desde aquí, es pertinente resaltar que se habla de comunicación escrita, es decir una narración que es escrita, por ello organizada antes de ser publicada en una red social y, por ende, significativa en la organización de una secuencia que ha sido planeada y que en palabras de Halliday (1982) se han presentado como potencial de significado de una interpretación subjetiva que se narra y se asimila incluso de forma anónima.
Un contexto narrativo tiene un eje potenciador que Ernest Hemingway (como se citó en Phillips, 2002) ha denominado el punto de ataque, porque se presenta en medio de la trama visualizando un conflicto que aúna en la semanticidad de una forma de habla. Este significado trae a colación dilemas hermenéuticos que serán comprensibles en la medida en que se hagan visibles interpretaciones que permitan concebir y proyectar una realidad diversa y necesaria para una sociedad que se resiste a seguir en evolución.
La narración entonces se convierte en discurso, este último comprendido como el “uso actual de la lengua por usuarios concretos, en situaciones sociales concretas” (Van Dijk, 1996 p. 1). De este modo, es una práctica, un hecho social que se da en un contexto específico, a través de unos mecanismos discursivos, los cuales posibilitan la puesta en escena de determinados enunciados, concebidos por Bajtín (como se citó en Hernández, 2011) como la unidad más pequeña de análisis de la comunicación discursiva que confirma, refuta, complementa, presupone y nombra.
El discurso homoerótico forma identificación
El discurso homoerótico se comprende como un medio de apropiación de la preferencia sexual propia y a la vez, herramienta deconstructiva individual y plural frente a las concepciones convencionales en torno a la intimidad, permitiendo identificar conductas del erotismo ocultas y, en algunos casos, reprobadas socialmente. En el caso específico, los ‘relatos gay’, publicados por usuarios de Facebook a través de páginas temáticas, permiten entrever discursos autobiográficos donde la sexualidad toma protagonismo.
Históricamente, el camino de aceptación del sujeto homosexual ha estado minado por concepciones políticas, religiosas y médicas, como en las formas de trato a preferencias sexuales contra-hegemónicas, tal como se evidenció en Colombia durante el siglo xx, de acuerdo con Mottt (1997) “suicidio, clandestinidad total, baja estima, marginalidad, asesinatos, pasaron a ser pan de cada día de millares de uranistas3 latinoamericanos” (p. 140). Aunado a lo anterior, en la Latinoamérica del siglo xx, las vías de expresión de la comunidad lgtbiq+ estaban a merced de un imaginario que pasaba por alto las diferencias humanas, apuntando a la homogeneización de la población. Estas posturas sociopolíticas restrictivas llevaban el homoerotismo a una existencia fantasmal, censurada y prohibida. Así, por ejemplo, el cubano Arenas (2001) en su autobiografía: Antes que anochezca, retrató la homofobia del estado de la que él fue víctima por sus preferencias sexuales.
Por otra parte, cabe aclarar que, en este momento de la humanidad, el mundo de la virtualidad acapara una gran parte de vivir en sociedad. Las dinámicas comunicativas han preparado nuevos terrenos de existir como especie: una cibercultura ha nacido. En este campo social digital, regido bajo las lógicas de la era de la información, las minorías han encontrado su espacio y simultáneamente han fijado extensiones ontológicas mediadas por canales cibernéticos de conexión social, como las redes sociales.
En estos escenarios virtuales, los discursos homoeróticos salen a la superficie. En Facebook, por ejemplo, usuarios de diversos países publican sus experiencias homoeróticas a través de la web, redactada por ellos mismos a partir de sus propias vivencias. Como escritores de su propia narrativa homoerótica, los usuarios se asumen como sujetos activos en la construcción de un discurso de autoidentificación; en tanto, los lectores dialogan con sus afectos íntimos, pues “la lectura permite elaborar un espacio propio” (Petit, 2000, p. 43).
Así, los conceptos preconcebidos mutan en favor de la diferencia, en tanto los relatos describen realidades homoeróticas diferenciadas desde los personajes del relato y los factores narrativos en pugna, por lo cual se comprueba la maleabilidad, actividad y dinamismo de la masculinidad descrita por Kimmel (1994). En efecto, Gallego (2011) y Ayús & Tuñón (2007), unifican dos aspectos a considerar en el homoerotismo: los juegos de lenguaje inmersos en las primeras experiencias homoeróticas, y las narraciones resultantes del relacionamiento, elementos identitarios que coadyuvan al afianzamiento de las preferencias sexuales.
Asidero metodológico
Es de reconocer que esta investigación documental se rige por el paradigma histórico-hermenéutico, porque permite un marco interpretativo-comprensivo, fundamentado en el carácter reflexivo, partiendo de los postulados que con sus posturas aportan al cambio social (Habermas, 1976).
El enfoque cualitativo y el método de revisión documental permite la integración de los conocimientos investigados con base en los preceptos metodológicos del análisis de la información, junto a los postulados de los autores Londoño Palacio et al. (2016), se presenta el desarrollo de las fases heurística y hermenéutica. La revisión documental constituye el abordaje realizado en bases bibliográficas reconocidas científicamente, de donde se extraen artículos de carácter científico (investigación, reflexión y revisión), trabajos de grado, libros y capítulos resultado de investigación y proyectos institucionales.
Fase heurística
En el desarrollo de esta fase, se tomaron en cuenta aproximadamente 100 investigaciones, teniendo como base las siguientes categorías: identidad sexual, homoerotismo, narrativas de identidad, narrativas homoeróticas y discurso. Dichas referencias bibliográficas parten de la comprensión de los últimos diez años, teniendo en cuenta el marco epistemológico y ontológico de la problemática en cuestión y los avances en el desarrollo de la temática.
La información fue recopilada en una matriz de análisis, en la que se determinaron los siguientes códigos, con los que se marcó la división de cada columna y con el fin de plasmar el análisis de cada investigación de manera adecuada: trabajo, título, tipo de trabajo y link / Fecha, autor, institución y lugar / Postulados y resumen / Relación, aplicación, aportes de este trabajo con la investigación (Tabla 1).
Tabla 1. Matriz de análisis heurístico
Fuente: Bohórquez- Aunta et al. (2021).
Fase hermenéutica
A partir de la revisión en la fase heurística, se realizó la fase hermenéutica en la que se seleccionaron 81 referencias, de acuerdo con su profundización, desarrollo y aporte a la investigación. Una vez seleccionadas, se realizó la triangulación de la información respecto de los postulados y sus avances investigativos, y finalmente, se concluyó con una idea general que sintetizó cada una de los aportes científicos encontrados.
A partir de la triangulación, se determinó el estado de la cuestión de la investigación, permitiendo observar, desde una postura crítica, los avances epistemológicos del tema, para brindar hipótesis, contrastar y comprender los enfoques que realzan, incluso, la pertinencia de la investigación. Esta triangulación se basa en lo propuesto por Londoño Palacio et al. (2016).
Análisis de resultados
Generalidades
Las reacciones sociales frente al asunto han sido un tema de análisis y discusión desde las ciencias sociales (Bustamante Tejada, 2012). Actualmente, los avances de pensamiento y organización jurídico-política han permitido que las comunidades diversas gocen de menores grados de restricción; por ejemplo, en Cuba la figuración homoerótica fue perseguida desde el sistema penal y el imaginario social legitimaba esta persecución. Algunos cubanos y cubanas culpaban ante las autoridades de “pájaros” a hombres que tenían sexo con otros hombres, aunque se castigaba más al rol pasivo; muchos hombres homosexuales tuvieron que sufrir graves atentados contra su humanidad; como se consigna en la autobiografía de Arenas (2001).
En los juegos de interacción social, los homosexuales crean un sistema sociolingüístico y semiótico que, día a día, se realimenta en espacios públicos antes vedados de tajo. La libertad sexual, la libertad de expresión y la libre manifestación de la personalidad son principios compartidos en las legislaciones latinoamericanas. Estos espacios compartidos con la sociedad han permitido a la comunidad gay eliminar las barreras y dificultades culturales para participar dentro del espectro sociopolítico, esto es, ejercer la ciudadanía activa y participativa, ejercer los derechos políticos y defender las garantías fundamentales como seres humanos, sin desmedro de la individualidad y los gustos propios, aunque falte tela por cortar.
La cuarta revolución industrial ha traído consigo nuevos canales para las complejas y diversas manifestaciones de la humanidad en torno al deseo y el erotismo (Han, 2014). Con ello, han nacido comunidades virtuales homosexuales, agrupadas en las plataformas sociales que brinda internet. En ese sentido, la comunicación cibernética se convirtió en un canal importante para entender las identidades homosexuales y sus individualidades, por lo cual, las expresiones que se encuentran a través de las redes sociales son una herramienta para el análisis, descripción, interpretación y evolución de la comunidad homosexual y practicas sociolingüísticas asociadas.
Por cuanto Latinoamérica presenta interacciones virtuales activas alimentadas a través de la construcción de discursos narratológicos asociados a la identidad y el homoerotismo, hoy se puede decir que existe un estilo de mostrarse al otro homosexual, creando una máscara virtual alojada en las estructuras cibernéticas, (Mejía-Vargas et al., 2019). La homosexualidad, así, ha hallado su lugar en el mundo, librada de la censura de otros tiempos. En ese sentido, existe un estilo, ya casi dado por clásico, para contar la historia de sexo gay desde las narrativas virtuales (Fonseca Hernández & Quintero-Soto, 2009).
Ahora, la academia ha abordado las redes sociales como objeto de estudio desde distintas miradas, pero a lo largo de los años los estudios de virtualidad en relación con el homoerotismo se han centrado en aspectos biográficos de personas homosexuales (Gallego, 2011; Weinberg, 1977), mientras que se ha dejado de lado la reflexión en torno a la identidad homosexual que se forja en los ‘relatos gay’.
Homoerotismo
Con la palabra ‘homoerotismo’, entendida como categoría conceptual, se “alude a la posibilidad que tienen ciertos sujetos de sentir diversos tipos de atracción erótica o de relacionarse físicamente de diversas maneras con otros del mismo sexo biológico” (Cornejo Espejo, 2009, p.146). La “epistemología abierta”4 del término es una palabra que en sí misma, porta un sentido insurgente frente a las estructuras patriarcales de las sociedades y sus juicios de valor sobre el comportamiento y el desarrollo afectivo del ser humano.
A diferencia del término “homosexual”, el homoerotismo visibiliza prácticas sexuales que van más allá de las prácticas genitales, al ampliar el panorama afectivo entre personas del mismo sexo. Así como con este término se integran a la discusión formas diversas de expresar el cariño íntimo, también se rebaten las cargas morales implícitas en planteamientos lingüísticos frente a la sexualidad hetero disidente. Por lo tanto, además de considerar la pluralidad de afectividades, “el homoerotismo no tiende a la moralización de la sexualidad ni está vinculada a la medicalización de la misma” (Cornejo Espejo, 2007, p. 107).
Se ha estudiado desde la psicología y la psiquiatría (Espinosa Navarro, 2015), pasando por el análisis literario de narrativas homoeróticas (Díaz Fernández, 2018), la reflexión cultural a partir de producciones audiovisuales del fan fiction (Rubio Hernández & López Rodríguez, 2012), las representaciones en la pintura y la escultura (Fernández y Nassif, 2016), el intercambio cultural a raíz de los viajes (Lanzarini, 2015) y las manifestaciones como fenómenos de trascendencia demográfica en el eje cafetero colombiano (Gallego Montes et al., 2016).
Proceso de construcción de identidades homosexuales
El proceso de construcción de identidades homosexuales siempre se ve influenciado por el contexto social en el que los individuos se desarrollan. “El lenguaje, a través de su estructuración discursiva, contribuye a la construcción de la identidad del personaje” (Celedón, 2009, p. 1). Las particularidades homosexuales son la unión de factores personales, sociológicos, culturales, psíquicos e internos, unidos a los deseos de realización y desarrollo personal.
Sin embargo, el proceso de construcción de identidades riñe directamente con los conceptos tradicionales de la masculinidad. Como estrategia epistemológica, los estudios sobre las nuevas masculinidades cuestionan las construcciones sociales en torno al género masculino, pues es imposible hablar de una identidad unívoca, debido a que dichas visiones homogeneizadoras abstraen la ontología de un ‘hombre gay’ (Enguix Grau, 2000).
Que las identitarias a través de la virtualidad desde el lenguaje, formas de interacción y construcción del sujeto, al igual que disrupciones del comportamiento integren al relativismo virtual, justifica los motivos psicológicos que inciden a la hora de concebir la historia personal (Elías Martínez et al., 2007). Desde este ángulo, en el ‘mundo gay’ el binomio erotismo-deseo contiene una identidad en tensión, a raíz de que su composición retórica da lugar a estigmatizaciones acerca de las orientaciones sexuales, las cuales afectan al bienestar de las personas pluriformes.
En algunos espacios citadinos, se afirma la importancia de las “relaciones sociales con amigos, conocidos, compañeros sexuales, parejas, etcétera, las cuales, además del grupo gay, contribuyen también en el proceso de construcción de su identidad gay” (Hernández Cabrera, 20021, p. 92). Dichas zonas urbanas han fungido como “elementos para desarrollar y/o reforzar una identidad sexual alternativa y autoafirmativa, y para enfrentar a las presiones de una sociedad predominantemente heterosexista” (Hernández Cabrera, 2001, p. 95). Sin embargo, las evoluciones tecnológicas han generado cambios en las formas de socialización “perjudicando la vida nocturna gay, alejando a la gente de los bares y los clubes donde la gente gay suele encontrarse, conocerse y formar parte de una comunidad” (Hernández Cabrera, 2001, p. 77).
Adviértase, entonces, que los territorios significativamente compuestos por las comunidades mutan al ciberespacio. Entonces, se construyen identidades cibernéticamente. Desde luego que:
la metáfora de ‘mundo gay’ y, de manera especial la identidad gay, se ha venido fragmentando en identidades más específicas, que se engloban dentro de esta misma, lo que da a recordar que las identidades colectivas tienen como característica principal su heterogeneidad. (González Pérez, 2001, p. 107)
Ante esta realidad, la comunidad gay requiere espacios de conquista política que les permita disfrutar plenamente su identidad sexual en sociedad. Baste como ejemplo, la cultura gay en Ciudad de México que ha adaptado léxicos peyorativos (joto, puñal) como estrategia de identificación. A continuación, se presentará una fotografía que hace alusión a los primeros reconocimientos de la identidad gay en un grupo de jóvenes de la Ciudad de México, bajo algunos ejes de análisis que soportan los estudios etnográficos (Figura 1).
Figura 1. Construcción de identidad gay en México.
Fuente: Hernández Cabrera, 2001, p. 66.
El hecho de crear identidades se convierte así en un performance disruptivo frente a la mayoría: “nos dicen quienes somos. Las defendemos y las cuestionamos. Nos permiten vivir, tener un lugar en el mundo.” (Vizuet Alvarado, 2014, p. 55). Son las identidades una necesidad por el “sentido de armonía y coherencia que nos proporcionan, por la ubicación que dan a nuestras vidas” (Vizuet Alvarado, 2014, p. 55).
Sobre la homosexualidad
La homosexualidad es una manifestación identitaria y afectiva que se ha manifestado a lo largo de la historia universal. En algunas sociedades se ha visto como algo absolutamente normal, mientras que, en otras, se ha observado una constante represión de estas formas de afectividad no heteronormativa,5 donde el reconocimiento de la diferencia y la tolerancia han sido el hilo conductor del desarrollo social frente a este tema. Por eso, los pueblos del mundo han generado posturas cada vez más respetuosas y reivindicadoras del homosexualismo, incluso desde el cine (Moreno Esparza, 2010).
Los escritos históricos dan cuenta de la política, el derecho penal y las mentalidades frente a este tema durante la colonia y la independencia.6 La homosexualidad es más compleja que las categorías normalizadoras, por lo cual, se genera tensión social y mental en el que no encaja (García Sarduy et al., 2002). Si bien, acerca de lo que significa ser homosexual, el sujeto es independiente frente a las configuraciones socioculturales unicistas, dejando en un culmen la fortaleza del individuo (García Fernández, 2013). De todo modo, la orientación vincula dentro su concepto la subjetividad del ser, lo cual significa que incluye abigarradas manifestaciones de lo humano, yendo desde las complejas formas de vida y pensamiento, hasta la polisemia en el existir e interactuar con el ambiente.
La investigación sobre homosexualidad está incompleta y necesita ser complementada día a día para lograr ahondar en su complejidad desde una perspectiva objetiva, que evite caer en sesgos y falacias. Las terapias de “conversión homosexual” son ineficaces. En vez de generar un beneficio, pueden ahondar en los conflictos de la persona homosexual. Cuando le dicen al gay: “además de ser marica, estás trastornado”, se siembra en las generaciones actuales el mismo daño que dejó el discurso medicalizado del siglo xx en muchos hombres. Y cuando se le etiqueta: “gay, pero de los normales”, se representa al sujeto homosexual a través de un concepto de masculinidad conminador de las nuevas masculinidades.7
La virtualidad y homosexualismo
Las redes sociales pueden convertirse en nichos de discriminación y homofobia. Esto lo demuestra el estudio sobre los memes de Facebook relativos al tema, el cual identifica la existencia de discursos despectivos, que normalizan la homofobia en la cultura popular (Figueroa Rey & Ortiz Ramírez , 2018), los cuales también mutan a las políticas inclusivas en la web; en efecto, el reconocimiento y visibilización de los gobiernos de derecha en Chile, por ejemplo, durante el siglo XXI han planeado audiovisuales de identidad sobre el “ser gay”, replicando la estigmatización hacia la comunidad homosexual (Cabello Valenzuela, 2016).
En Grindr,8 las características del usuario fijan parámetros de clasificación. La información del usuario se traslada a un escenario de importancia superior al de la materialidad de la persona. De modo que en esta plataforma la sociolingüística se involucra con fragmentación de identidades. Entre tanto, las formas no ‘masculinas’ de ser gay son rechazadas por su feminidad, en cuanto proyectan una emasculación y no se adaptan al concepto normado de ser hombre (Gómez Beltrán, 2019). Curiosamente, esta app es como un mercado de comidas: “Grindr ofrece, en su mayoría, los alimentos listos para su consumo y los aperitivos, los usuarios que desean tener un encuentro sexual casi inmediato y dar fin a sus antojos” (Mejía Vargas & Lozada Fernández, p. 62)
En adición al punto anterior, la existencia de personajes de la comunidad LGTBI en la producción multimedia habrá de apalancar el reconocimiento de las sexualidades e identidades diversas. Justo en este intermedio, la industria cultural de los videojuegos aparece dentro del análisis, siendo su influencia social cada vez más fuerte. De este modo, la inclusión de personajes homosexuales permite visibilizar universos, antes escondidos en el statu quo. Dicha visibilización logra enriquecer el espectro cultural de una persona, de tal modo que el videojuego permite la desestigmatización de prácticas homoeróticas, desdibujando juicios morales, religiosos o éticos sobre el tema (Ospina Álvarez, 2010).
Entre otros eventos, el activismo político de agrupaciones socio-digitales también aboga por una visibilización de la comunidad lgtbiq+. La solidaridad entre los miembros ha de fluir también en el medio digital, sustentando así una lectura política de cambio de paradigmas (Garay Cruz, 2017).
Análisis literario y homoerotismo
Existe una relación entre la constitución de la identidad homosexual y la auto autoría de los relatos homoeróticos de Facebook (Bontempo et al., 2012). Por ejemplo, en la autofiguración homoerótica del poeta Osvaldo Bossi que logra reflejar las subjetividades subalternas a través de la sexualidad (Cárcano, 2018). Así, pues, un acercamiento a la construcción del personaje y la identidad homosexual a través del arte dramático, más especialmente, el teatro inglés de Derek Jarman y de Gus Vant Sant permite adentrarse en estos pensamientos (Coll Gómez, 2016). Por ejemplo, al poeta Colombiano Porfirio Barba Jacob se le reprochó sus orientaciones homoeróticas, a pesar de reconocer el inmenso valor de su trabajo poético. Se dijo de él que fue un condenado y que recibió perdón por sus obras (Giraldo, 2016).
La sexualidad y las cuestiones políticas en relación a los choques intra-civilizacionales (Maristany, 2006/2007), la interrelación entre el espacio y el homoerotismo (Peralta, 2013), el reconocimiento de la diferenciación lingüística que existe entre homoerotismo y homosexualidad y los juegos lingüísticos inmersos en cruces homoeróticos (Peralta, 2015), incluso generando cambios de mirada, reivindicación y rompimiento de estereotipos, ahondan en cómo la expresión literaria, cumple una función instrumental en la apropiación de prácticas homoeróticas (Polo Rojas, 2013), de modo reivindicatorio.
El hecho de facilitar el proceso de construcción hermenéutica, dividiendo en temas la disertación interpretativa sobre relatos del acercamiento hombre-hombre (Saxe, 2008), se comprende a través de los tres tipos de posturas de creación narrativa biográfica en torno a la historia de vida del sujeto, el carácter y las motivaciones que este posee (Retamal Soto, 2016). En esa medida, las narrativas homoeróticas, describen en sí los procesos de vida de los hombres que gustan de las prácticas homoeróticas.
Conclusiones
Comprender de qué manera se ha manifestado el término de homoerotismo en la interpretación lingüística de las redes sociales conlleva a delimitar desde el asidero teórico las conceptualizaciones que se enmarcan desde los ejes de las diferentes disciplinas sociales. Por ello, consolidar esta revisión no solo permitió ahondar en las perspectivas sociológicas del lenguaje, y bajo las cuales se realizará en análisis del discurso, sino, además, en los postulados de teóricos que, desde otros marcos de la ciencia, aportan en la compresión de la narrativa ante situaciones comunicativas tan concretas como las usadas en redes sociales.
Describir el proceso de constitución de las identidades homosexuales y las manifestaciones del homoerotismo evidenciados en las narrativas homoeróticas presentes en las páginas sociales latinoamericanas de la red social Facebook que se ocupan de la difusión de dichos relatos, requiere un acervo cultural, documental y teórico amplio y fundamentado que facilite el proceso hermenéutico de los relatos elegidos como objeto de estudio. Esto permite comprender, desde la fenomenología, la interpretación de un acontecimiento que parte de la evolución y apropiación de un concepto que tiene suscrito un referente social, pero que epistemológicamente se ha ido adaptando a una realidad observada y abstracta.
Para dar inicio, se mantiene la evolución social y lingüística del concepto de homoerotismo que fue clarificado con los aportes de los autores reseñados anteriormente. Una definición no se discierne en la asimilación de un actor social de lenguaje, sino en la adaptación por un grupo de hablantes que asimilan su conceptualización partiendo de comprender la mutabilidad del sentido y significado de la homosexualidad, tomando en cuenta la historia del término, las evoluciones o involuciones culturales en torno a la homosexualidad y las variables sociológicas que inciden en su pervivencia y reconocimiento social, extrapoladas mediante el uso de las palabras que orientan una narrativa en el descubrimiento de la identidad o en el cuestionamiento de los estándares aceptados culturalmente.
Aunado al paso hacia la cultura digital, emergen ciudadanías activas y participativas que contemplan los derechos políticos, pero que luchan por defender las garantías fundamentales como seres humanos, sin desmedro de la individualidad y los gustos propios. Estos grupos van influyendo en la vida social del hombre, permitiendo que nazca la revolución del conocimiento, donde surgen la duda científica de la existencia misma. Con ello, nuevas dinámicas permean las narrativas de vida, las cuales permiten que se puedan expresar experiencias y vivencias de maneras específicas, narraciones que merecen el análisis en el interés por comprender la realidad.
El estudio de las expresiones homoeróticas en las artes da un panorama amplio de la reflexión social sobre el homoerotismo. Reflexión que quedó plasmada en obras del tema a lo largo de la historia y que hoy se ha trasladado a la producción cinematográfica, la pintura, la música, la producción audiovisual, la literatura e incluso en los videojuegos. Por ende, la homosexualidad cada día viene tomando espacios de expresión que buscan reivindicar la igualdad, junto a la existencia de las nuevas afectividades y, así mismo, nuevas masculinidades. De modo que las manifestaciones artísticas se están convirtiendo en un medio de transformación del imaginario colectivo sobre el quid gay.
Cabe resaltar que la virtualidad se ha convertido en un espacio propicio para la activación de la comunidad homosexual latinoamericana, no solo en temas de erotismo, sino también de índole política, en los que se busca realizar un proceso de resignificación de las identidades homosexuales entre el imaginario popular y el cultural; sin embargo, no son pocas las tensiones que se presentan en el espectro de la virtualidad, pues las brechas sociales, que estigmatizan a la comunidad gay, mutan a los espacios digitales de interacción social.
Para finalizar, es de resaltar que la comunidad homosexual sigue generando espacios exclusivos en los que se desarrolla la interacción y la socialización de temas que versan sobre las identidades homosexuales, el homoerotismo y la expresión afectiva, los cuales se comunican mediante el uso de creaciones sociolingüísticas con una importancia simbólica para la colectividad. Paradójicamente, se mantiene en cuestión cómo aun en estos contextos, los sesgos, ideas preconcebidas, juicios y conceptos patriarcales se reproducen, produciendo una fragmentación endógena en la comunidad homosexual. Esto da luz a la necesidad de fomentar una cultura integral, más tolerante, acompañada de juegos de lenguaje en los que se deshaga la diferencia, esto es, sociolingüísticas que respeten, visibilicen y reivindiquen al homoerotismo y la diversidad en los espacios virtuales y en cada campo social.
Referencias
1 Artículo de revisión perteneciente al proyecto de investigación: “Análisis sociolingüístico de los discursos homoeróticos en Facebook”.
3 Los términos uranismo y uranista se usaban en el siglo XIX para aludir a la homosexualidad masculina. Nace esta palabra de las Investigaciones sobre el misterio del amor entre varones, escrita por el alemán Karl Heinrich Ulrichs entre 1864 y 1865.
4 David William Foster resalta las especificidades del término “homoerotismo”, el cual se fundamenta en “una epistemología abierta” que rebate las estructuras del patriarcado y sus definiciones acerca de la sexualidad. El homoerotismo, se presenta en diferentes formas, entre sí, que dan pie a una “sana duda” de la complejidad del disfrute erótico del ser humano, que puede verse representado a partir de interrelaciones subjetivas, de acuerdo a los gustos y las usanzas del placer (Foster, 1997).
5 Díaz (1995) esboza una serie de pautas generalizadas entre la población homosexual a la hora de tomar las riendas de su identidad sexual.
6 En efecto, Mott (1994) visualiza una sistemática condenación social del homosexualismo desde los púlpitos de las iglesias y una profunda y marcada estigmatización del homoerotismo como una práctica desviada. Todo esto generaba discursos de verdad sobre las identidades homosexuales.
7 Kimmel (1994) describe las masculinidades como relaciones de poder, como huida de lo femenino, como validación homosocial (entendida como la profunda competencia entre varones) y las consecuencias negativas de esas concepciones sesgadas de la masculinidad. La masculinidad se convierte, de este modo, en fuente homofóbica y bola de nieve como causa del sexismo, heterosexismo y racismo.
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