Partiendo del riesgo de instrumentalización al que se ve abocada en la actualidad la investigación cualitativa, el presente artículo analiza
la relación de la investigación cualitativa con la comprensión de la subjetividad. El artículo se realiza a partir de la reflexión de la memoria
metodológica del trabajo de tesis denominado «Configuración de subjetividad juvenil en contextos de violencia». Sus resultados destacan la
importancia del lenguaje y las expresiones en las técnicas de generación de la información, como mecanismo de acceso a la subjetividad.
Además, propone que la investigación cualitativa, por su naturaleza, se centra en el estudio de lo subjetivo, lo cual tiene como
implicaciones la necesidad de estudiar interrelaciones complejas, que trascienden la aplicación instrumental y secuencial de un conjunto
de procedimientos.
Palabras clave: compresión de sentido, experiencia, lenguaje, memoria metodológica, momentos de la investigación.
Given the risk of instrumentalization that qualitative research is currently facing, this paper analyzes the relationship between qualitative research
and the understanding of subjectivity. The article is based on
the methodological report of the dissertation entitled Configuración de subjetividad juvenil en contextos de violencia
(Configuration of youth subjectivity in violent contexts). The findings derived from this work highlight the importance of
both language and expressions for information generation techniques, as mechanisms allowing access to subjectivity. In addition,
it proposes that qualitative research, by its nature, focuses on the study of the subjective, which entails the need to study complex
interrelations that go beyond instrumentally and sequentially applying a set of procedures.
Keywords: understanding of meaning, experience, language, methodological report, research stages.
Sed buenos artesanos. Huid de todo procedimiento rígido. Sobre todo, usad la imaginación.
Evitad el fetichismo del método y la técnica. Impulsad la rehabilitación del artesano intelectual.
Mills, 1977, p. 233
El presente artículo es producto de la reflexión sobre la memoria metodológica de la investigación «Configuración de subjetividad
juvenil en contextos de violencia», en este sentido el objetivo de este artículo es realizar un análisis sobre la relación de la
investigación cualitativa con la comprensión de la subjetividad, y presentar los diferentes momentos del proceso de investigación.
Si bien se destaca que en la actualidad los estudios cualitativos se han abierto espacios académicos, y son reconocidos como
estrategias válidas y útiles para la aproximación al estudio de la subjetividad, es necesario destacar, como señala Andrade
(2007, citando a Zemelman, 1996), que como parte de la popularización de los métodos cualitativos a nivel académico, existe
un constante riesgo de instrumentalización de este enfoque, al entender las pautas metodológicas como:
Un modo de pensar la investigación que busca la reducción de la complejidad mediante el recorte orientado por la teoría, es decir,
una lógica que opera no mediante la inclusión de elementos que den cuenta de la complejidad de lo real, sino orientada por un
recorte que excluye aquellos elementos (p. 263).
En este sentido, en procura de profundizar las alertas y retos de la investigación cualitativa, en un primer apartado el artículo vuelve
sobre las principales características de este enfoque; en un segundo momento analiza su relación con el estudio de la subjetividad,
a partir de la experiencia del proceso de investigación, de manera que al destacar la esencia del método se trascienda la instrumentalización
y se reconozca su invitación a la imaginación, cuestionamiento constante y aplicación reflexiva de procedimientos, en busca de una mayor
profundización temática.
En un tercer apartado se exponen los momentos metodológicos aplicados en la investigación, resaltando su desarrollo procedimental;
sin embargo, es necesario aclarar que estos momentos no son rígidos ni secuenciales. Esto teniendo en cuenta que la
metodología cualitativa es flexible y según cada objeto de estudio puede construirse de manera particular.
Asimismo, este artículo no pretende ser una guía metodológica, pero puede constituirse en un referente para investigaciones que, por
su proximidad teórica o metodológica, estudien el tema de la subjetividad.
Desde el enfoque cualitativo y como lo menciona Viveros (2011, p. 389), «investigar no es el simple hecho de acumular pesquisas, a
la mejor manera enciclopedista, es decir, organizar de una manera más o menos lógica una información; esta actitud académica no pasa de
ser una infructífera erudición». El acto investigativo implica el pensamiento, es decir, estar frente a lo esencial y dinámico de un
objeto de estudio determinado, lo cual conlleva a formular preguntas que generen nuevo conocimiento en una determinada disciplina;
para ello el investigador debe tener capacidad de asombro y de descubrimiento en la medida en que se va generando la información,
permitiendo la indagación y la búsqueda con un profundo sentido de sensibilidad frente a lo investigado.
1. Algunas reflexiones sobre la investigación cualitativa
La investigación cualitativa busca la comprensión de los fenómenos y la interpretación de la realidad humana, es una metodología que tiende
a ser flexible y abierta, y que le posibilita al investigador un sentido de visión de dónde se puede llegar. Por su parte, las técnicas de
generación de información permiten los medios para el acercamiento al fenómeno a investigar a través de instrumentos que privilegian los
espacios de conversación entre los participantes y los investigadores.
Los estudios cualitativos no pretenden la cuantificación de los hallazgos o del objeto de estudio, en general se trata de investigaciones
que indagan sobre la vida de las personas, sus comportamientos, las experiencias vividas, las emociones y sentimientos, la vida organizacional,
los movimientos sociales, los fenómenos culturales, entre otros.
Para Strauss y Corbin (2012), la investigación cualitativa posee tres componentes: el primero, son los datos que provienen de los
instrumentos de generación de la información, como lo son las entrevistas, los grupos focales, las observaciones, entre otras.
El segundo componente son los procedimientos que utilizan los investigadores para analizar, interpretar y organizar los datos,
«entre estos se encuentran: conceptualizar y reducir los datos, elaborar categorías en términos de sus propiedades y dimensiones
y relacionarlos por medio de una serie de oraciones proposicionales» (Strauss y Corbin, 2012, p. 13). El tercer componente consiste
en la elaboración de documentos escritos que reflejan los resultados de la investigación, estos pueden generar artículos para revistas,
ponencias en congresos, libros o capítulos de libros; se realizan con la finalidad de divulgar a la comunidad los hallazgos del estudio.
Vemos cómo la investigación cualitativa posibilita el estudio de casos particulares, intentando comprender el significado o la naturaleza de la
experiencia subjetiva, de esta manera la investigación no es multitudinaria en el análisis de los resultados, ya que no pretende las universalizaciones,
sino que puede ser a partir de pocos casos donde se estudie el fenómeno, y la comprensión se da a nivel de profundidad y del contexto.
El enfoque de investigación para los estudios que busquen centrar el análisis en detalles e interrelaciones complejas de determinados fenómenos tales
como sentimientos, procesos de pensamiento y emociones, deberá utilizar una metodología cualitativa; cuya principal característica según Bonilla y
Rodríguez (1995, p. 40) «es su interés por captar la realidad social “a través de los ojos” de la gente que está siendo estudiada».
El enfoque cualitativo reconoce el significado y las interpretaciones que comparten los individuos sobre la realidad social que se estudia;
y centra su análisis en grupos pequeños, cuidando que no sean excepcionales, sino representativos de las tendencias de comportamiento que
organizan la vida social en el contexto analizado. Este reconocimiento de la subjetividad es lo que permite que el diseño se adapte a diferentes
fenómenos sociales, debido a que dicho tipo de estudios requiere métodos abiertos y flexibles que tomen en cuenta en un ciento por ciento las
concepciones y aportes de los sujetos investigados y una comunicación directa entre investigadores y población a investigar.
El enfoque cualitativo pretende profundizar en el fenómeno y no necesariamente generalizar; es decir, ahondar en una situación concreta,
mas no descubrir variables que lleven a la generalización de este hecho. La investigación cualitativa consiste más que en la utilización
de un conjunto de técnicas para generar información, en una forma de explorar el mundo desde la interioridad de los sujetos y
de las relaciones que estos establecen con el contexto y con los otros. Según Galeano (2004), el objetivo de la investigación cualitativa es:
Comprender la realidad social como fruto de un proceso histórico de construcción visto a partir de las múltiples lógicas presentes en los
diversos y heterogéneos actores sociales, y por tanto desde sus aspectos particulares y rescatando la interioridad de los protagonistas (p. 16).
De esta manera, el investigador indaga por las percepciones, visiones, valores, ideas, sentimientos e intereses de los sujetos, para llegar a ello es necesario trabajar con la palabra y el discurso de los participantes de la investigación.
Para Quecedo y Castaño (2002, p. 9, citando a Smith, 1987), la investigación cualitativa tiene en cuenta unos criterios, tales como:
-
El estudio de cualidades o entidades cualitativas entendidas en un contexto particular.
-
Se centra en significados y descripciones de los sujetos, situándolos en un contexto determinado.
-
No pretende la generalización de los hallazgos.
-
Se busca que los datos generados puedan ser interpretados en su contexto.
-
El método no tiene como función básica garantizar la verdad, sino ser utilizado de forma creativa de acuerdo y a la medida de cada situación.
-
Busca conocer los procesos subjetivos.
Se debe resaltar que para la investigación cualitativa contextualizar el fenómeno es indispensable en todo el proceso investigativo.
Las técnicas de generación de la información deben estar acordes con el contexto y las necesidades de los sujetos investigados, y
el análisis de la información debe estar basado en el contexto específico, por lo que desde esta perspectiva no es posible la
generalización de los resultados, sino la comprensión del fenómeno investigado.
2. La investigación cualitativa y su posibilidad de hacer lectura de la subjetividad
Para reflexionar sobre la posibilidad de hacer lectura de la subjetividad desde una mirada de la investigación cualitativa,
es necesario remitirse a los conceptos de compresión de sentido, desde una perspectiva fenomenológica, y al concepto de experiencia.
La fenomenología no estudia una realidad que es similar para todos, sino una realidad que depende del modo como es vivida y percibida por
el sujeto. A propósito, Martínez (1996, p.167) afirma que:
La fenomenología es el estudio de los fenómenos tal como son experimentados, vividos y percibidos por el hombre.
Husserl acuñó el término Lebenswelt (mundo de vida, mundo vivido) para expresar la matriz de este «mundo vivido,
con su propio significado».
La búsqueda de la comprensión requiere del despliegue de la capacidad de ver el mundo y las realidades que en él se configuran
desde la perspectiva del otro; dicho de otro modo, es entender que aproximarse a la comprensión de la manera como se configuran
los sujetos es una tarea fundamentalmente de reflexión y profundización acerca de los discursos y las acciones de los sujetos,
lo cual indudablemente está atravesado por la biografía y las condiciones del contexto en el que están inmersos.
De ahí que a lo largo del proceso de investigación las conversaciones e interacciones con los jóvenes participantes partieran de la
recuperación de sus trayectorias personales, experiencias e historia, de manera que al rememorar lo vivido se posibilitara en ellos
la reflexión en torno al sentido y significado de sus acciones, permitiendo repensar cómo las condiciones de contexto, el momento
de vida por el que atravesaban y su historia personal se entrelazaron de manera compleja para configurar sus prácticas, discursos,
acciones y emociones.
Para Arendt (1995, p. 29), «la comprensión es una actividad sin fin, siempre diversa y mutable, por la que aceptamos la realidad, nos
reconciliamos con ella, es decir, tratamos de sentirnos en armonía con el mundo». Comprender, desde esta perspectiva, implica
reflexión y la búsqueda de significado frente a lo que le ocurre al sujeto y a su entorno. En este sentido es importante destacar
la sensación, como investigadora, que el proceso de comprensión de la subjetividad es inacabable, puesto que al volver sobre los
discursos de los jóvenes constantemente recobraran significatividad nuevos discursos y experiencias; adicionalmente, debido a que
el proceso de construcción de datos se realizó durante tiempo prolongado, fue evidente la constante modificación y reinterpretación
de los jóvenes respecto a sí mismos, sus acciones, discursos y emociones, lo que da cuenta de la permanente transformación de la
subjetividad y la forma como esta es configurada y reconfigurada a lo largo de experiencia vital.
Al respecto, es importante destacar, que fue evidente a lo largo de la investigación, que si bien los jóvenes experimentaron situaciones
similares de violencia, exclusión social, pérdida de personas significativas o acercamiento a personas representativas a lo largo de
su vida, estas cobraron significados diferenciados en ellos, aspecto que estuvo asociado al momento de la vida en que vivieron la
experiencia, el contexto socio-histórico en el que se presentó y las vivencias antecedentes que orientaron la interpretación de estas
como experiencias que animan a la acción y transformación social o situaciones que por el contrario los llevaron a la inercia de los
ciclos de violencia que constantemente se repiten. Situación que reitera que ante una misma experiencia los sujetos construye
diferentes interpretaciones y significados y solo el enfoque cualitativo va a tener especial atención a dar cuenta de estas
particularidades, puesto que se constituyen en puntos nodales de la configuración de subjetividad.
Para Schütz (1993, p. 115) «en el estrato más profundo de [esa] experiencia que es accesible a la reflexión, debe buscarse la fuente última de los fenómenos del significado y la comprensión». En la experiencia vivida y la manera como el sujeto la comprenda está la esencia del fenómeno y la posibilidad de la transformación subjetiva. Para que la experiencia pueda captarse, el sujeto no debe estar desde una lógica de la acción o
de la práctica, sino justamente, con la suspensión de esa lógica, debe estar ubicado desde la reflexión sobre sí mismo.
Desde esta perspectiva, la investigación cualitativa busca explorar por mediación del lenguaje las diferentes formas en que se expresa la experiencia humana. Para Luna (2003, p.16) «la investigación cualitativa es una alternativa de aproximación a lo humano, en el lenguaje y por el lenguaje, es un camino para acceder al sentido de lo humano». Es por ello que la pregunta por la subjetividad se ubica desde la perspectiva cualitativa, porque interesa conocer las dimensiones más profundas del constituirse en sujeto, lo que implica que los datos a generarse y construirse son específicamente el lenguaje de los participantes de la investigación.
Teniendo en cuenta que se accede a la subjetividad de los jóvenes a partir del lenguaje, se destaca como aspecto a considerar en las
metodologías cualitativas que la capacidad discursiva de los jóvenes se transforma a lo largo del tiempo; de ahí que en los diferentes
momentos de construcción de los datos con los participantes fuera importante volver sobre temáticas ya abordas, puesto que el tiempo
posibilita una reflexión diferenciada de las vivencias y a su vez mayores detalles y conclusiones respecto a su sentido en la
experiencia de los jóvenes. Se destaca por tanto que el lenguaje de los adultos jóvenes (18 a 25 años) permitió un nivel de profundidad
mayor en la reflexión de las experiencias y por ende de la subjetividad, esto sin desconocer que aquellos jóvenes menores de edad igualmente
dieron cuenta de sentidos e interpretaciones subjetivas de gran valor para la investigación, pero que en su descripción los primeros daban
cuenta de una mayor riqueza en el lenguaje, teniendo en cuenta la limitación del lenguaje mismo, para captar la esencia de la experiencia.
El hecho de que la investigación cualitativa se centre en el estudio de lo subjetivo tiene unas implicaciones, como la necesidad de estudiar
interrelaciones que para ser investigadas exigen una mirada integral y no la fragmentación en variables. Igualmente, se busca identificar
la naturaleza profunda de la realidad, por lo que son pocos los sujetos que participan en la investigación, para lograr profundizar en la
subjetividad y dar cuenta de la comprensión del fenómeno, en palabras de González Rey (2000, p. 86):
La investigación cualitativa se orienta al conocimiento de un objeto complejo: la subjetividad, cuyos elementos están implicados simultáneamente
en diferentes procesos constitutivos del todo, los cuales cambian frente al contexto en que se expresa el sujeto concreto. La historia y el
contexto que caracterizan al desarrollo del sujeto marcan su singularidad, la cual es expresión de la riqueza y plasticidad del fenómeno subjetivo.
Se debe mencionar que la comprensión de la subjetividad es inasequible a los procedimientos metodológicos que funcionan a partir de la medición
y control de variables. La subjetividad para González Rey (2006) solo aparece cuando el sujeto o los grupos estudiados se implican en su expresión
a través de técnicas que privilegien la emergencia del lenguaje, construyendo un sentido de la participación en la investigación para los sujetos.
Por tanto, las técnicas de construcción de los datos implementadas en la investigación privilegiaron la interacción investigadora-jóvenes como
estrategia para romper el hielo, generar confianzas y acercarse a los discursos propios de lo juvenil, puesto que es en la matriz de significado
de los conceptos, palabras y términos utilizados por los jóvenes, en los que se reconoce el valor subjetivo de la experiencia. En este sentido se
destacan las entrevistas y los grupos focales implementados, transcurriendo como conversaciones distendidas, mediadas por las anécdotas, la memoria
y el compartir sentimientos, de manera que al dar cuenta de las situaciones, contextos y emociones que mediaron la experiencia se reflexionara
sobre el sentido subjetivo de la misma, lo que posibilita afirmar que no es en el orden y predictibilidad de la técnica en la que se logró la
comprensión de la subjetividad, sino en el divagar y rumiar sobre la experiencia.
Para Vargas (2007, p. 34), «la estructuración del sujeto como individuo es un fenómeno cuyo acontecer permanente solo es posible gracias a las
complejas redes interpersonales en las que él participa». Cabe decir que la subjetividad se constituye en la relación con
el otro, en el campo de lo simbólico, en los vínculos que establece, los cuales puede reproducir y transformar. Esta transformación implica
acciones nuevas sobre el mundo y sobre el propio ser, de esta manera el sujeto es concebido como cambiante, con posibilidad de transformar
su realidad y abierto, por lo que no es un sujeto acabado, ni producido para siempre.
Dicha idea de transformación constante vuelve nuevamente sobre el reto mencionado anteriormente, respecto a que la compresión de la
subjetividad es tan solo una imagen estática de lo que se logró consolidar con los jóvenes, en el momento histórico específico de la investigación,
y que por tanto el relato, significado y configuración subjetiva de la experiencia seguirá modificándose a lo largo de la vida de estos jóvenes, en
correspondencia con las interacciones y relaciones sociales que establezcan a lo largo de su experiencia vital.
De esta manera, la pregunta por la subjetividad implica también el estudio del vínculo social. Según Pichón (2003, p. 206), «el sujeto no es solo
un sujeto relacionado, es un sujeto producido. No hay nada en él que no sea la resultante de la interacción entre individuos, grupos y clases».
Puede inferirse que la subjetividad está constituida tanto por el sujeto individual como por los diferentes espacios y experiencias de alteridad
en las que vive. Es por ello que cada una de las formas de expresión de la subjetividad tiene implicadas representaciones sociales,
valores, creencias, producciones discursivas, entre otras, propias de una determinada sociedad.
3. Memoria metodológica: momentos en el proceso de investigación
Como fue descrito en la introducción, el presente artículo pretende exponer los momentos metodológicos que fueron planeados para el desarrollo de
la investigación: «Configuración de la subjetividad en contextos de violencia». En este sentido, para Duarte (2011, p. 45), «la memoria
metodológica se presenta con la intención de mostrar el proceso vivido por los investigadores desde el proceso planeado, desde los pasos
y métodos asumidos, desde lo se llama el diseño metodológico».
En la presente investigación se pensaron tres grandes momentos: el primero hace referencia al contacto, selección y concertación con
los jóvenes participantes; el segundo da cuenta de la construcción de los datos tomando como técnicas la entrevista en profundidad y
el grupo focal; y el tercero, orientado al análisis de la información.
Primer momento: contacto y selección de los participantes
La población del presente estudio estuvo compuesta por jóvenes entre los 14 y 25 años residentes en la ciudad de Medellín que vivieran
situaciones de marginalidad social o condiciones altas de violencia. Los participantes están conformados por ocho jóvenes para la entrevista
en profundidad y siete en los grupos focales, los cuales cumplieron con los siguientes criterios:
-
Jóvenes entre los 14 y 25 años, para el estudio fue indiferente si era hombre o mujer.
-
Jóvenes en situaciones de marginalidad social y condiciones altas de violencia.
-
Jóvenes que pertenecieran a grupos con objetivos claros de hacer frente a las diferentes formas
de violencia.
-
Los jóvenes podían o no estar escolarizados.
Para el contacto con los participantes de la investigación se presentaron en detalle los objetivos y la metodología de
la investigación para que los jóvenes pudieran valorar su interés en participar, y así tuvieran la información requerida para
firmar el consentimiento informado; de igual manera, se sostuvieron con ellos conversaciones informales antes de la aplicación
de las técnicas de recolección de la información para construir confianza.
El criterio de inclusión utilizado en la presente investigación es no probabilístico, denominado muestreo discrecional: «La selección de los
individuos de la muestra es realizada por expertos que indican al investigador qué individuos de la población son los que más pueden
contribuir al estudio» (Canal, 2006, p. 126). Este criterio es adecuado porque permite que los participantes cumplan con los requerimientos
descritos y que sean personas claves dentro de las instituciones. Para este caso, los expertos que indicaron las personas claves a investigar,
fueron los psicólogos o educadores que lideraban las instituciones contactadas como Circo Momo, Corporación Proyectarte, Grupo juvenil de la
Sierra y Corporación Kairos.
Segundo momento: construcción de los datos
La construcción de la información en esta investigación se realizó por mediación de dos técnicas, las cuales privilegian la expresión de la
palabra y el lenguaje: la entrevista en profundidad y el grupo focal. Estas técnicas se orientan a la conversación como mediación del
encuentro entre el investigador y los participantes, posibilitando que emerja la subjetividad y la posibilidad de encuentro con el otro.
Para Gadamer (1993, p. 461),
La verdadera conversación no es nunca la que uno habría querido llevar. (…) Lo que «saldrá» de una conversación no lo puede saber nadie
por anticipado (…) La conversación tiene su propio espíritu y el lenguaje que discurre en ella lleva consigo su propia verdad, esto es,
«desvela» y deja aparecer algo que desde ese momento es.
La entrevista en profundidad busca la comprensión de las perspectivas que tienen los sujetos respecto a sus vidas, experiencias y
situaciones, tal como lo expresan sus propias palabras. Taylor y Bogdan (1987, p. 70) la describen «bajo un modelo de una conversación
entre iguales, donde el investigador es el instrumento
de la investigación y no lo es un formulario de entrevista». En esta técnica es muy importante el cara a cara entre el investigador
y los sujetos participantes, y la confianza que pueda resultar de esta relación para que el investigador logre profundizar en las experiencias
de los sujetos. Para este estudio se realizaron ocho entrevistas en profundidad, con una duración de 60 a 90 minutos por sesión de entrevista.
Se debe resaltar que una vez convertidas las entrevistas en forma de texto, estas fueron compartidas con los participantes para que ellos pudieran
verificar la fidelidad de lo transcrito.
La otra técnica implementada fue el grupo focal, el cual se centra en la pluralidad y diversidad de las actitudes, experiencias y
creencias de los participantes. Puede definirse como una modalidad de entrevista grupal abierta. Es focal porque se centra en la interacción
discursiva y en la construcción de las opiniones de los miembros del grupo, y se focaliza en un tema
de estudio particular, que para esta investigación fue la comprensión en la construcción de la subjetividad en contextos de violencia.
Para la generación de la información de la presente investigación se realizaron dos sesiones de grupo focal con una duración de 90 minutos cada una.
Tercer momento: Análisis e interpretación de la información
El proceso de análisis e interpretación de los datos se realizó siguiendo los planteamientos de la fenomenología social de acuerdo con la cual el
fenómeno en cuestión requiere ser reducido, es decir, apartado de elementos casuales y de planteamientos teóricos como una forma de penetrar
en el mundo conocido o aprehendido por los sujetos a partir de sus experiencias compartidas. En este sentido, se implementaron los procesos
de reducción natural y la reducción eidética.
Reducción natural: este proceso metodológico permite a los sujetos participantes de la investigación, mediante el relato de sus experiencias
cotidianas, dar cuenta de la construcción de su subjetividad en contextos de violencia con conciencia empírica; es decir, dar cuenta
de que sus vivencias existen de manera real y hacen parte de su mundo. En este sentido la narración se constituye en la evidencia de las formas
de experienciar la construcción de la subjetividad, en la medida en que el sujeto describe lo significativo de esta vivencia de una manera que
le es propia y única.
Reducción eidética: este proceso está asociado al investigador, busca la comprensión esencial y de los elementos invariantes del fenómeno.
La expresión de Schütz (1974, p. 20): «¿Qué significa este mundo social para el actor observado, dentro de este mundo, y qué sentido le asigna
a su actuar dentro de él?», retoma lo que el investigador debe lograr a través de la narración de los jóvenes.
El análisis de la información se realizó de manera inductiva, donde el objeto de estudio se fue construyendo según se iba obteniendo mayor
información sobre el mismo. Este proceso inició con la formulación de preguntas a los jóvenes sobre la construcción de su subjetividad y finalizó
al considerar que ya se habían reconstruido los diversos sentidos que para los participantes tiene esta experiencia, constituyéndose en la
saturación de la información, teniendo en cuenta que ya no se generaba información novedosa para el proceso investigativo.
Para la organización de la información generada en las entrevistas y los grupos focales, se recurrió a la construcción del sistema categorial.
Para Galeano (2014, p. 28), «el sistema categorial orienta la construcción de referentes conceptuales, permite dotar de sentido las categorías,
establecer las articulaciones entre ellas, identificar matices y divergencias conceptuales». Como recurso teórico y metodológico, el sistema
categorial se organizó a través de categorías, subcategorías y tendencias. En el proceso investigativo se construyeron dos matrices categoriales,
la primera fue inicial y producto de la revisión bibliográfica y conceptual, el segundo sistema categorial construido fue posterior a la generación
de la información e incluye categorías emergentes como la de subjetividades políticas y educación para la paz, además, permitió una reorganización
de la información y con ello un nuevo momento de reducción categorial.
Para el análisis de la información fue necesario realizar el proceso de triangulación, el cual es descrito por Benavides y Restrepo (2005, p. 119)
como «la búsqueda de patrones de convergencia para poder desarrollar o corroborar una interpretación global del fenómeno humano objeto de la
investigación»; para Richaud (2016, p.115) «la validez de las inferencias con base a los datos obtenidos a través de un tipo de análisis demanda
la utilización de diferentes fuentes de información». En el caso de la presente investigación, este proceso se realizó mediante la triangulación
de datos, a partir de la verificación y comparación de la información generada mediante las entrevistas en profundidad y los grupos focales.
Al implementar en la investigación diversas técnicas de generación de la información se posibilita la compresión del fenómeno desde diferentes
miradas, de esta manera aumenta la confiabilidad de los resultados.
La metodología más utilizada desde lo cualitativo para lograr la credibilidad y confianza de las conclusiones y resultados del proceso investigativo
es la triangulación, ya que mediante esta técnica puede ser lograda la validación del estudio, en palabras de Quecedo y Castaño (2002, p. 39)
«el proceso persigue validar las conclusiones, sobre un conjunto de fenómenos, demostrando como una variedad de hechos soportan las conclusiones
descritas. Es un proceso que demuestra que la narración engarza y las piezas encajan».
4. Consideraciones finales
Los procedimientos metodológicos desde la investigación cualitativa implican creatividad y sensibilidad frente al objeto de estudio para
lograr lo que se denomina como «artesanía intelectual», que se entiende como la posibilidad de articular las diferentes fuentes de información
consultadas y las técnicas de generación de la información, con los referentes teóricos propuestos y contextualizando los resultados, ya que
la finalidad desde esta perspectiva no es la universalización, sino la comprensión de los fenómenos desde lo local, lo regional y lo micro.
En este sentido, desde el proyecto de tesis de doctorado se procuró acceder a diferentes momentos de construcción de información con los jóvenes y
a través de diversas técnicas de generación de información, que posibilitaron dar cuenta de los contextos, situaciones y experiencias de los jóvenes,
así como los significados que le asignaban a las mismas, permitiendo una interrelación compleja y a su vez particular, entre los diferentes elementos
que inciden en las subjetividades.
El enfoque cualitativo aborda las realidades subjetivas e intersubjetivas como objetos legítimos de conocimiento, para Galeano (2014, p. 18),
«estudia la dimensión interna y subjetiva de la realidad social como fuente del conocimiento». Desde esta perspectiva, el proyecto de investigación
desarrollado valida el estudio de lo humano desde la realidad misma del sujeto joven, a través de técnicas mediadas por el lenguaje en donde emerge
la subjetividad y la identidad.
Teniendo en cuenta que la investigación cualitativa busca la compresión de la subjetividad, las técnicas para generar la información deben ser
dispositivos del lenguaje tanto verbales como no verbales, que propicien la activación de las expresiones de las personas facilitando la
emergencia de historias de vida, recuperación de memoria, sentimientos, emociones, experiencias y actuaciones, generando diálogo de saberes
y reflexividad. Lo que destaca la pertinencia de la entrevista y los grupos focales como escenarios de conversación, discusión y análisis,
pero además de interacción, reconocimiento y puesta en escena de las subjetividades, en este caso de los jóvenes.
Se debe mencionar que el enfoque cualitativo debe estar basado en principios éticos, en el cual la intimidad y la dignidad son derechos de
los sujetos participantes de la investigación, es por ello que en el proceso de investigación se debe respetar la confidencialidad durante
las etapas de generación y análisis de la información y se debe procurar garantizar la socialización de los resultados a los participantes.
Es importante durante la aplicación de las técnicas de recolección de la información contar con el consentimiento informado de los participantes,
el cual debe ser autorizado de forma escrita y voluntaria, y debe contener información sobre los objetivos, procedimientos, beneficios y riesgos
del estudio.
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